SÍNDROME DEL INTESTINO IRRITABLE ¿POR QUÉ LOS ALIMENTOS SALUDABLES ME HACEN SENTIR MAL?

      El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es una enfermedad que se caracteriza por distensión y dolor abdominal, sensación de llenura, y diarrea o constipación.

      Es una enfermedad que tiene muchas causas que la originan y cuyos síntomas son tan comunes a otras enfermedades, que regularmente es mal diagnosticada. Normalmente se relaciona con el consumo de algunos alimentos, que contienen carbohidratos o hidrocoloides (son moléculas parecidas a los carbohidratos, que absorven mucha agua) y que al no ser digeridas por las enzimas digestivas en el intestino delgado, pasa al colon donde son fermentados por la microbiota, con la consiguiente formación de gases, metano CH3  y Dióxido de carbono CO2 entre otros compuestos.

      Aproximadamente en el año 2001, un grupo de investigadores australianos describieron un grupo de carbohidratos de cadena corta (pequeño tamaño) fermentables, que generaban síntomas como los antes descritos, en personas que presentaban hipersensibilidad intestinal y enfermedad de Crown (enfermedad autoinmune intestinal). 

      Entre los carbohidratos de cadena corta fermentables, se encuentran los oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polialcoholes, todos conforman el grupo que se conoce con el nombre de FODMAPs.

     Los FODMAPs al no digerirse con facilidad también tienen problemas para ser absorbidos, acumulándose en el intestino y haciéndose más susceptibles a la acción de la microbiota, generando muchos gases, con las molestias relacionadas que ya comenté.

     La fermentación de estos sustratos genera la formación y acumulación de gases, lo que produce distención abdominal, dolor, molestias intestinales. Además, pareciera que los FODMAPs son osmóticamente activos, esto quiere decir, que cuando están en la luz intestinal (dentro del intestino) promueven la movilización de agua, aumentando el peristaltismo (movimiento intestinal). Es decir, cuando hay más agua dentro del intestino, provoca que tengamos diarrea.

     El Síndrome del Intestino Irritable (SII), es un trastorno gastrointestinal funcional que se caracteriza por dolor y distensión abdominal, además de la alteración de los hábitos intestinales. En líneas generales, el tratamiento para el Síndrome del Intestino Irritable (SII),  se basa en enfoques multifactoriales que se centran principalmente en el tratamiento de los síntomas, siendo la alimentación el punto más importante del tratamiento.   

     Ahora bien, ¿en cuáles alimentos podemos encontrar los FODMAPs?. A continuación te presento, los subgrupos que conforman los FODMAPs y los alimentos que contienen, más los compuestos fermentables:

     Como puedes observar, prácticamente casi todos los alimentos de la lista de FOODMAPs son considerados saludables, sin embargo en algunas personas, su consumo desencadenan los síntomas ya mencionados que caracterizan a el Síndrome de Intestino Irritable (SII).

     Como tratamiento para el Síndrome del Intestino Irritable (SII),  normalmente se plantea una dieta restrictiva de estos alimentos, porque se ha comprobado que al reducir los carbohidratos de cadena corta fermentables, se reduce la acumulación de estos, en el intestino con su consecuente fermentación y se reduce la osmolaridad (posibilidad de diarrea), lo que se traduce en disminución de la producción de gases y mantenimiento del peristaltismo (movimiento intestinal).

      Aunque disminuyan los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable (SII), al eliminar todos esos alimentos de la dieta regular de una persona, también merma su calidad de vida, porque ante tanta restricción, las personas se aíslan, en algunos casos pueden presentar problemas de desnutrición y terminan sufriendo por lo general, de ansiedad y depresión.

      Para medir la efectividad de una dieta baja en FODMAPs el autor de este estudio, (Van den Houte y col 2021)  evaluaron esta dieta, no solo desde el punto de vista de su efectividad sobre los síntomas de el Síndrome del Intestino Irritable (SII), sino sobre la calidad de vida de las personas. Encontraron que al ofrecer una dieta baja en FODMAPs hubo una mejoría en la severidad de los síntomas, pero presentaron otros, producto de la ansiedad emocional que les generaba la restricción (somatizaron) y aumentó la depresión en estos pacientes.

      Adicionalmente, hicieron una fase de reintroducción de los FODMAPs, utilizando polvos con componentes específicos, lo cual mostró que 84% de los pacientes experimentó la reaparición de los síntomas, siendo los fructanos (derivado de la fructosa) (52%) y el manitol (Polialcohol) (52%) fueron los principales desencadenantes.

      Otra de las conclusiones del estudio, fue que el mantenimiento de estas dietas a largo plazo no es viable, porque los pacientes podrían sufrir deficiencias nutricionales, principalmente de micronutrientes (vitaminas y minerales), así como de alteraciones de la microbiota. Por ello, resulta importante que la prescripción del plan de alimentación sea personalizado, hecho y guiado por un profesional, con conocimiento de la composición de los alimentos, la fisiología humana y de la microbiota.

      En el 2016 un grupo español, que ha trabajado por larga data con dietas bajas en FODMAPs propuso un protocolo que divide el tratamiento en 3 etapas:

Etapa1: Dieta con aporte de FODMAPs inferior a 3g/día. En esta etapa prácticamente no se ingieren alimentos con FODMAPs, por 8 semanas.

Etapa 2: Reintroducción por subgrupo de alimentos (tabla 1), probando los    grupos de alimentos de manera individual.

Etapa 3: Se detectan los alimentos “disparadores” de los síntomas, eliminándolos de la dieta. Adicionalmente, se les enseña a consumir otros alimentos FODMAPs según su nivel de tolerancia.

      Como parte de la tercera etapa, se les debe dar opciones de sustitución de alimentos a los pacientes, apoyarlos con recetas de preparaciones, incentivarlos a que entren a grupos de apoyo con la misma condición, donde pueden contar sus experiencias y estrategias para surfear las dificultades, además de enseñarlos a leer el etiquetado de los productos y hacer una adecuada selección de los alimentos.

       En mi carrera científica de todos los años dedicados a la investigación, al menos 15 han sido a la fermentación, tanto en los alimentos como a nivel intestinal, así como a la microbiota que se beneficia de estos procesos de fermentación. 

      Por este motivo concluyo, que es primordial mantener una microbiota equilibrada. Pero cuando retiras la mayoría de los prebióticos, que son el alimento para los microorganismos probióticos, porque forman parte de los FODMAPs, generas un desequilibrio importante con consecuencias graves para la salud.

       Por está razón, sería importante incluir el consumo de suplementos de probióticos y todos los alimentos que contengan FODMAPs, pero que no sean “disparadores” de la sintomatología del Síndrome del Intestino Irritable (SII).

 

Bibliografía

  • Ana Zugasti Murillo, Fermín Estremera Arévalo, Estrella Petrina Jáuregui. Dieta pobre en FODMAPs (fermentable oligosaccharides, disaccharides, monosaccharides and polyols) en el síndrome de intestino irritable: indicación y forma de elaboración. Endocrinología y Nutrición. Vol. 63. Issue 3.pp132-138. 
  • Anne‐Sophie van Lanen Angelika de Bree · Arno Greyling 2021. Efficacy of a low‐FODMAP diet in adult irritable bowel syndrome: a systematic review and meta‐analysis European Journal of Nutrition (2021) 60:3505–3522 https://doi.org/10.1007/s00394-020-02473-0.
  • Hillestad EMR, van der Meeren A, Nagaraja BH, Bjørsvik BR, Haleem N, Benitez-Paez A, Sanz Y, Hausken T, Lied GA, Lundervold A, Berentsen B. Gut bless you: The microbiota-gut-brain axis in irritable bowel syndrome. World J Gastroenterol2022; 28(4): 412-431 [PMID: 35125827 DOI: 3748/wjg.v28.i4.412]

 

Close

50% Completado