LA CIENCIA DETRÁS DE LOS REMEDIOS DE LA ABUELA, EN LA MENOPAUSIA.
Tradicionalmente nuestras abuelas son fuente de conocimiento sobre un montón de temas y a ellas recurrimos muchas veces en búsqueda de esos remedios que nos pueden ayudar a sentirnos mejor.
Particularmente en la Menopausia, algunos de estos remedios provenientes de plantas, tienen base científica que validan sus cualidades. Así que nuestras abuelas, una vez más tenían razón. En este artículo he recopilado, algunos de estos ejemplos con los estudios que los respaldan, comencemos.
En nosotros, como el todos los mamíferos, los estrógenos son hormonas que influyen en el mantenimiento del equilibrio y la función del cerebro. El déficit de estrógeno en el cerebro, genera síntomas indeseables como problemas de aprendizaje y de memoria, trastornos del sueño y del estado de ánimo, sofocos y fatiga. Además ha sido relacionado con diferentes enfermedades no transmisibles cómo el cáncer de mama y colonrectal, con la obesidad y la diabetes.
Todos estos síntomas también son frecuentes en mujeres que llegaron a la menopausia, o que se han sometido a una ovariectomia y personas con terapias antiestrogénica La terapia de reemplazo hormonal alivia estos síntomas, sin embargo, debe ser indicada por tu médico, previa evaluación de tus condiciones endocrinas, físicas y emocionales para el momento, así como de tus antecedentes genéticos familiares.
En la búsqueda de alternativas, el uso de las plantas medicinales naturales, con efectos estrogénicos ha despertado mucho interés entre el mundo científico, así como en las personas que requieren alternativas a la terapia de reemplazo hormonal.
Durante siglos las mujeres hemos utilizado diferentes plantas para aliviar los síntomas de la menopausia: el arándano rojo, el jengibre, el lúpulo, el cardo Mariano, el trébol rojo, la Salvia officinalis, la soya (soja), la Turnera diffusa y Vitex, entre otros.
Estas plantas “estrogénicas” presentan esta cualidad porque contienen compuestos químicos que han sido relacionados en diversos estudios con el proceso natural de producción de estrógenos. demostrado intervenir en el proceso natural de producción de estrógenos. Entre los más conocidos y estudiados se encuentran los Fitoestrógenos. (Bustamante-Barrientos et al., 2021).
En este grupo se incluyen los flavonoides, isoflavonoides, lignanos, estilbenos, ginsenósidos, chalconas y cumestanos, compuestos que se encuentran en frutas y plantas.
Comencemos por la Soya, Glycine max (L) la cual contiene una serie de compuestos fenólicos que incluyen la Ginesteína, Daidzeina y Gliciteína que además de ser antioxidantes han demostrado poseer actividad estrogénica.
En un estudio, 93 mujeres postmenopáusicas con edades promedio de 56 años fueron divididas en 2 grupos: a un grupo se le administró proteína de soya que aportaba en total entre 20 y 160 mg de isoflavonas y al otro grupo (placebo) se le administró 20g de proteína de leche entera.
A los dos grupos se le aplicó el test (MENQOL) Menopause specific quality of life y se les midió testosterona total, libre y biodisponible, gonadotropinas, hormonas sexuales, globulina enlazada y lípidos en ayunas.
Se encontraron mejoras significativas en la parte vasomotora (circulación sanguinea) , psicosexual (libido), física y sexual en el grupo que consumió la proteína de soya, no así en el que consumió proteína de leche. Sin embargo, no se encontaron cambios en el aspecto cognitivo, andrógenos en suero (hormonas sexuales) y lípidos plasmáticos (colesterol y trigliceridos).
Los autores también señalaron que el uso de isoflavonas de soya, para que sea efectivo debe hacerse al inicio de la menopausia, que podría ser a partir de los 45 años. La Salvia officialis L. también conocida como Salvia es una de las especies más abundantes. Estas plantas con flores originarias del Mediterráneo se han utilizado como medicinas tradicionales durante siglos. Hoy día se sabe que las plantas de Salvia officialis contiene flavonoides estrogénicos y por ellos se usa para controlar los sofocos (Abdellatif et al., 2020).
En un estudio reciente publicado este año (2022) se evaluó el efecto de una serie de nutracéuticos (compuestos que tienen efectos positivos para la salud), sobre los síntomas de la menopausia, los perfiles endocrinos y la química sanguínea de un grupo de 110 mujeres postmenopausicas, de edades comprendidas entre 45 y 60 años, las cuales fueron divididas en dos grupos: a un grupo de mujeres se le administró una mezcla de nutracéuticos: 100 mg de isoflavonas de soja, 520 mg extractos de aceite de Cohosh negro, 400 mg de chasteberry, 500 mg de primrose oil por cápsula. Al grupo placebo se le administró Omega 3. A las 6 y 12 semanas se midieron síntomas de la menopausia, el perfil endocrino y la química sanguínea.
La mezcla de hierbas redujo los sofocos, sudoración problemas para dormir, estado de ánimo deprimido e irritabilidad en el grupo que las recibió , no ocurriendo lo mismo en el grupo que recibió placebo. Este estudio indicó que un nutracéutico que contiene 4 hierbas medicinales, mejoró de manera significativa los síntomas de la menopausia (Rattanatantikul et al., 2020).
A pesar de los efectos comprobados de algunos fitoestrógenos, es importante señalar, que para aumentar la cantidad del fitoestrógeno que consumimos, es mejor hacerlo en forma de suplementos y no directo del alimento que contiene el compuesto. Por ejemplo es mejor consumir cápsulas de fitoestrógenos de soja, que directamente los granos de soja que los contienen.
Como mencioné antes está comprobado el efecto positivo que tienen los fitoestrógenos, en los síntomas de la Menopausia. Pero la tendencia en investigación va enfocada hacia el desarrollo de nuevas terapias genéticas, que permitan al paciente modular los receptores de estrógeno que tiene en el cerebro, huesos, músculos y otros tejidos, para aumentar la efectividad del tratamiento.
Una vez más concluyo que no hay absolutos, algunos de los remedios tradicionales de la abuela, pueden ser efectivos para contrarrestar los síntomas de la Menopausia, pero recomiendo no dejar de explorar los nuevos tratamientos que sean aún más efectivos, aprovechando el avance constante de la ciencia.
Referencias Bibliográficas
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